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La Estancia:
Sistema Característico de la Patagonia Austral


galería de fotos
antiguas estancias
Ea. Josefina, galpón de esquila
 Robert Runyard
[en inglés]
administración
condiciones laborales
vida doméstica

La unidad productiva de la ganadería en las pampas australes (estepas) es la estancia (el mismo sistema se aplica en zonas más pluviosas). Por motivos de productividad, dado el bajo rendimiento de la tierra, cada estancia ocupa mucho terreno. Se estima que, en la actualidad, la sustentabilidad económica requiere una extensión de 3.000 hectareas, a lo menos. Históricamente, las estancias organizadas por grupos empresariales seguían un modelo industrial, y eran mucho más grandes (hasta 200.000 ha).

Las estancias eran los únicos asentamientos en la pampa; y las grandes distancias dificultaban las comunicaciones. Antes del automovil, las personas viajaban a caballo, siempre que las nevazones invernales lo permitían. Los fardos de lana, destinados a la exportación, eran transportados al puerto por grandes carretas de bueyes. Enormes piños de ovejas se arreaban por tierra a las graserías y frigoríficos, también ubicados en la costa.

A raíz de estas dificultades logísticas, se requería un alto grado de auto-suficiencia, el que obviamente favorecía a las operaciones de mayor envergadura. Un conjunto de construcciones especializadas constituía el llamado "casco" de la estancia: había corrales para las ovejas, baños sárnicos y el galpón de esquila; establos; almacenes y otros galpones; talleres de carpintería y herrería; cocina, comedor y dormitorios para los obreros; casas particulares para el personal administrativo y sus familias; y, por fin, la muchas veces imponente casa de administración para el administrador. Posteriormente, algunas de las principales estancias fueron dotadas de enfermería, sala de recreación y aun escuela.

La mayoría de las estancias estaban aisladas social y geográficamente. Era un mundo de hombres (las mujeres que había eran principalmente las esposas de algunos funcionarios). Las distancias se "acortaron" cuando, con la llegada de la telefonía, se facilitó la comunicación de las empresas grandes con las oficinas urbanas, via lineas privadas: esto tuvo gran utilidad, no solo para la gestión sino también en casos de emergencia. Pero el progreso era selectivo: muchos ovejeros tenían que seguir viviendo en los lugares más remotos para cuidar sus animales, con la única compañia de su caballo y algunos perros. Vivían muchos meses seguidos en sus pequeños puestos, y tenían muy poco contacto con otros seres humanos. Más tarde (incluso, hasta el día de hoy), han recibido sus noticias del "mundo exterior" a través del programa radial "Mensajes para el campo".

Después de la época inicial de los "pioneros", la vida en las estancias era por cierto tolerable, pero nunca facil. El tiempo, en especial los fuertes vientos y las nieves, era una amenaza constante. El agua dulce, por supuesto, se tenía que buscar en el sitio. Era posible cultivar algunos vegetales ej. papas, repollos, zanahorias; los que acompañaban la infaltable carne de cordero. Pero, tenían que traer a muy alto precio todo lo demás. En especial, la ausencia de arboles en la pampa les obligaba a "importar" el combustible, para calefaccionar las casas y para operar las máquinas. Muchos edificios eran de materiales prefabricados, provenientes de otras partes del mundo: las planchas de zinc (fierro acanalado) servía para techos y paredes exteriores.

No había ningún servicio público. Por ejemplo, cuando podían, las madres embarazadas hacían el largo viaje a la ciudad para recibir la atención adecuada. Los niños tenían que seguir sus estudios en la ciudad, a veces alojados con parientes; sólo en las familias mas pudientes se presentaba la oportunidad de mandarlos a colegios particulares, sean en Buenos Aires, Santiago, o en el país de origen. Existían pocas distracciones: por ello, los viajes a la ciudad eran esperados ansiosamente. En breve, tal como para la estancia misma, la vida de las personas debía ser auto-suficiente.

En resumen, el sistema de las estancias ganaderas que se desarrolló en la patagonia austral respondió a las exigencias económicas y sociales de su medioambiente hostil. Su estructura básica ha durado, con ciertas modificaciones, hasta el presente. Más de un siglo de adelantos tecnológicos y cambios sociales han reducido en ciertas areas el nivel de aislamiento. En otras, ej. el trabajo de los ovejeros, continua sin cambios visibles. Hay que reconocer que la industria ovina no tiene la misma prosperidad de antes, lo que se debe a bajos precios en los mercados mundiales de lana y carne, y no necesariamente a una falla del sistema mismo. La estancia sigue siendo clave para la ganadería de la región.


Actualizado: 7-I-2003